El ionizador carga eléctricamente las moléculas de aire para que las partículas que flotan se atraigan entre ellas. Al atraerse entre sí, acaban precipitándose al suelo por su propio peso, haciendo posible su eliminación con un trapo húmedo. Se desaconseja usar aspiradores o escobas ya que las partículas podrían volver a despegarse. Los iones negativos generados por el equipo son completamente seguros para el usuario.
La luz UVC funciona como germicida y bactericida. Se ha demostrado que al usar luz UVC, se mata y/o se evita la propagación de microorganismos, bacterias, virus y otros patógenos. Es una buena alternativa al uso de productos químicos. Al implementarla en nuestro dispositivo, podemos garantizar una mayor purificación del aire. Está aislada del exterior para evitar la exposición al usuario. Siempre que se abra la tapa trasera del equipo, se recomienda desconectarlo de la red eléctrica para evitar exponerse a la luz UVC o a sus partes móviles.