Para llenar el depósito de tu humidificador, la opción más sencilla es ayudarte de una jarra o botella de agua y llenarlo sin sacarlo del humidificador.
Si vas a llenarlo de esta forma, desconecta el humidificador para evitar posibles accidentes.
También puedes ayudarte del asa que tiene el depósito para sacarlo y llenarlo en el grifo.
A la hora de llenarlo, es importante que eches el agua directamente al depósito, no por la chimenea de salida del vapor. Si cae agua por la chimenea, vacía el agua que haya en el equipo, bajo el depósito.
Si al encender el equipo tras el llenado no se detecta salida de vapor por la chimenea, asegúrate de que no haya un exceso de agua en el equipo, bajo el tanque, ya que un exceso de agua podría bloquear la salida de aire, haciendo que el agua del tanque y equipo se sobrecaliente y dañe el equipo.